Cuando hablamos de aprendizaje de lectura y escritura, no se puede dejar de pensar en los factores que intervienen en dicho proceso y que son trascendentales para poder comprender el desarrollo del lenguaje en el niño y niña.
Estos factores están inmersos en el medio social donde se desenvuelve, como por ejemplo: los estímulos que recibe de su familia lo cual ayuda a fomentar el desarrollo de sus habilidades lingüístico – cognitivas, a esto lo llamamos facilitadores en su proceso de aprendizaje. Pero así como se puede encontrar facilitadores, se puede encontrar barreras que son las que obstaculizan dicho proceso.
Cuando realizamos una mirada a esta población encontramos barreras, como desnutrición, drogadicción, falta de oportunidades que se traducen en un desempeño nulo o escaso en la escuela, por lo que la mayoría de estos niños y niñas no acuden a ella y si lo hacen se presenta un porcentaje alto de deserción escolar ya que sus prioridades y la de sus padres es que ellos trabajen para ayudar con el sustento de la familia o en la mayoría de los casos a sustentar sus problemas de drogadicción.
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